domingo, abril 08, 2007

Viaje 3

Estamos ya en la 3 parte de nuestro viaje y creo que entramos en una de las partes claves del mismo:
El Control Emocional
Continuemos profundizando esto de las emociones y su control. Uno de los peores enemigos del trader que opera habitualmente en los distintos mercados es la “ansiedad”. Entre otras causas se puede producir por seguidas operaciones con pérdidas y aún más si del resultado de las mismas operaciones depende la subsistencia del operador. En este último caso recordamos el viejo dicho “el que juega por necesidad, pierde por obligación”. En muchos de estos casos comenzamos a sentir miedo a operar acompañado de señales que nos da el cuerpo como taquicardia, temblores, dolor de estómago, movimientos nerviosos de nuestras extremidades, entre otras. El miedo a una nueva pérdida es muy grande para el operador ansioso.
¿Por qué se repite en todos los textos que hacen a nuestra labor la frase o consejo “recortar rápidamente las pérdidas y dejar correr las ganancias”?
Porque es lo contrario a lo que hacen los operadores ansiosos. El “miedo” provoca cerrar una operación con ganancias rápidamente para que no nos saquen lo ganado y aguantar las operaciones con pérdidas por que no queremos asumir las mismas. Es común escuchar en el mercado por parte de los operadores la frase “bancarse el stress”. Llega un momento que no se aguanta más el tener una posición perdedora, y decidimos cerrarla. Luego de hacerlo sentimos un gran alivio, es más, parece que estamos más aliviados cuando cerramos definitivamente una operación con pérdida que ya era inaguantable que cuando salimos de una operación con ganancia. Cuando esto se hace recurrente comenzamos a sentir nuevamente señales de nuestro cuerpo y una sensación de querer no solo apagar la computadora sino también querer abandonar nuestro trabajo. Cuántas veces los traders decimos: “me retiro, voy a trabajar de otra cosa, abandono” y cosas por el estilo.
Cuando esto pasa y queremos reanudar, no podemos hacerlo fácilmente. Sentimos la incapacidad de dar la orden a nuestro agente de bolsa de realizar una nueva operación, estamos bloqueados, trabados, estamos sufriendo lo que se denomina “bloqueo del trader”. Estamos en crisis. Seguimos analizando lo que haremos pero no podemos operar porque lo que creemos que pasará en el mercado no coincide con la realidad. A esto los psicólogos lo denominan disonancia cognitiva. Dicho concepto hace referencia a la incongruencia o desarmonía interna del sistema de ideas y actitudes que presenta una persona. En la toma de decisiones es muy importante este efecto, cuando hay un esfuerzo o se produce un costo lo consistente es que a ello le siga una recompensa apreciable. Toda persona busca el éxito que no es otra cosa que la recompensa por el esfuerzo. Por el contrario el fracaso es “disonante”, es decir, ocurre cuando al esfuerzo no le sigue el premio. Estamos hablando de la incapacidad de asimilar aquella información que no es consistente con nuestras creencias, y fundamentalmente con aquellas relacionadas con nuestra autoestima. Esta disonancia cognitiva puede poner en peligro la confianza en nosotros mismos empeorando aún más nuestra situación, bloqueándonos más aún, produciendo más ansiedad y paralizándonos en nuestro trabajo por largo tiempo.
¿Qué podemos hacer? ¿Cuáles pueden ser algunas vías de solución desde nuestro lugar? Debemos trabajar para aprender a ser menos rígidos en nuestras creencias. Debemos responder de manera lógica a lo que el mercado nos esta diciendo en cada momento. Hay operadores que se obsesionan con tener la razón, “el mercado esta equivocado y yo tengo la razón”, luego, tras comprobar su equivocación en repetidas oportunidades entran en situaciones de autocastigo y autoinculpación provocando el bloqueo por que rehuyen de las tareas que intuyen no pueden quedar perfectas.
Debemos estar fuera del mercado un tiempo y utilizar este tiempo para analizar cómo estamos llevando nuestro trabajo. Qué técnica estamos empleando. Qué plan estamos siguiendo. Cómo lo elaboramos. Qué mercado estamos operando y si nuestro perfil psicológico sirve para ese mercado.
Una vez hecho esto deberemos probar nuevamente pero solo en forma teórica, es decir, haciendo solo operaciones sobre papel, operaciones sin dinero real, camino a buscar nuevamente la recompensa por nuestro esfuerzo. Cuando nuevamente comenzamos a operar con dinero real hay que hacerlo lentamente. Es mejor perder una oportunidad que nuevamente perder dinero.
Como traders muchas veces hemos sentido esa lucha interior entre dos sentimientos: el de esperar para entrar a un precio mejor y el de ver como ese activo se dispara sin ser capaces de reaccionar para comprar un poco más caro que lo que deseábamos. Una idea que se puede desarrollar y que debiera estar en le plan operativo es el siguiente:
1) Pasar las órdenes a nuestro agente de bolsa con precio limitado y así eliminando el miedo de pagar en las alturas. Si la operación no se hace habremos perdido una oportunidad y debemos pensar que al menos preservamos nuestro capital que es nuestro primer objetivo y lo más importante. 2) Las nuevas compras luego de un bloqueo deben ser de menores montos a las iniciales. Vamos de a poco. Siempre vamos fijando los límites de cada compra.
Es decir que debemos empezar a operar tranquilos, con menos dinero y siempre con precios máximos de compra. Debemos controlarnos en todo, tomar nuevamente confianza, para evitar otra recaída.
¿Pero, hay otras vías de solución? ¿Podemos recurrir a alguna ayuda externa?
El psicólogo de trading es un profesional que además de ser licenciado en psicología ha de tener formación complementaria en cognición y alto rendimiento y si fuera posible, ha de tener o haber tenido aunque sea un mínimo contacto con los mercados, de tal forma que pueda saber con mayor precisión lo que un inversor o trader convencional experimenta en su día a día, aunque no necesariamente tenga que ser un trader profesional.
Su función consiste básicamente en ayudar al trader a construir un plan de actuación mental ante los mercados, lo cual es uno de los componentes necesarios, junto con la gestión monetaria y la configuración de un sistema, para obtener el éxito en la operatoria.
El Licenciado español Guillermo Robledo en su página http://www.psicobolsa.com/ nos ha enseñado mucho a cerca de la psicología del trader y al cual también recurriremos en varias oportunidades a lo largo de este camino, nos dice que el trabajo terapéutico genera una vía de acceso a los mecanismos responsables de dichos “errores” cognitivos, y una generalización bastante eficaz y sostenida en su aplicación a todas las facetas vitales. Lejos del milagro, las técnicas de acceso son de lo más sencillo, a veces de una sencillez insultante para el que padeció durante tanto tiempo las condiciones castrantes de dichos errores, tomadas de distintos campos del saber (etología, psicología, sociología, filosofía) y estructuradas en torno a un espacio de trabajo –encuadre sicodramático- que da soporte teórico a las propuestas técnicas, se abren muchas ventanas al conocimiento de mecanismos que la persona no quiere o no está preparada para ver. Uno de los objetivos fundamentales es que se hagan accesibles todos los resortes “viciados” que condicionan nuestros actos y poder “diseccionarlos” ayuda, muchas veces, a entender su origen y poner en marcha mecanismos que los reparen.
¿El “darse cuenta” tiene que ver con el conocimiento, con la capacitación, con la capacidad de analizar los mercados? Cuántas veces escucharon esto: ¿Qué pasó? ¿Por qué abrí esa posición? ¿Por qué no la cerré a tiempo? ¿Por qué siempre me sucede a mí? Estas preguntas no son más que la punta del iceberg de un complejo entramado psicológico y emocional que les da soporte y que pone en juego mucho más que la simple curiosidad intelectual del que reflexiona. Detrás puede esconderse la angustia, el miedo, la depresión o cualquier otro de los muchos fantasmas que pueblan nuestros universos personales. Agravará aun más la situación contemplarse en un lugar ya conocido, tomar conciencia de que “sucedió de nuevo” lo que tanto temíamos. Aquello que tantas veces se prometió no traicionar, se ve traicionado otra vez, de la misma forma, con las mismas dimensiones o peor aún sin verse en el horizonte el menor síntoma de mejoría de una enfermedad que no solo acabará con su salud financiera sino lo que es mucho peor con su salud mental. A veces comprender, reflexionar, entender, no lo es todo. Existen muchos inversores con niveles envidiables de formación, con grandes capacidades de analizar técnicamente un gráfico de precios, con buenas bases de comprensión del funcionamiento de los mercados en general. Traders, especuladores, inversores, que a pesar de su envidiable formación, cometían una y otra vez errores sistemáticos, asociados a características personales de impulsividad, irreflexibilidad, sugestionabilidad de las que por alguna razón no conseguían “darse cuenta”. Es por ello tan importante el tener la posibilidad de realizar un trabajo terapéutico, claro que esto no es posible en término generales en países subdesarrollados donde estamos tan lejos de poder aplicar estas técnicas dentro de nuestra labor de traders, peor aún, en nuestra Argentina querida como en América del Sur en general, ni siquiera se analizan estos problemas, creemos que el juego pasa por otro lado. Qué vamos a hablar de esto si desde las esferas correspondientes no hay una bajada de línea para hacer docencia y así poder generar una cultura de inversión. Y los que nos dedicamos a esto continuamos discutiendo el análisis técnico versus en análisis fundamental, seguimos operando por lo que nos dijo tal consultor, escuchamos la palabra stop loss y creemos que es una nueva señal de tránsito, o money management y creemos que es una nueva versión de Deep Purple, jeje. Me río por no llorar.
Es lamentable el “presente” en esta materia acá en el sur del planeta pero el “mañana” será mejor seguramente si todos los jugadores “chicos” aportamos nuestro granito de arena y los jugadores “grandes” dejan de mirar el árbol para mirar el bosque. Que inocente no??
Salu2
Pablo Devaux

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