Tú creas tu propio universo a medida que vives.Winston Churchill Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir, también la puede alcanzar.W. Clement Stone Todo lo que somos es el resultado de nuestros pensamientos.Budha No sabría decir como funciona esta ley, todo lo que puedo es, asegurar que existe.Graham Bell Aquello que resistes, persiste.Carl Jung Sea que pienses que puedes, o que no puedes.En ambos casos tienes razón.Henry Ford Sigue tus sueños y el Universo abrirá puertasdonde antes sólo había paredes.Joseph Campbell ¿De que está hablando toda esta gente?¿Podemos ver que aunque cambian las épocas, las filiaciones políticas o las creencias religiosas, todos conocían EL SECRETO y hablan sobre él? A estas alturas estarás pensando ¿A qué secreto se refieren? Es muy simple: todos están hablando de una Ley Universal: La Ley de Atracción, que de hecho funciona como la Ley de Gravedad aunque no todos podamos explicar cómo ocurre. Para entenderla lo mas sencillo es vernos a nosotros mismos como un imán y sabemos que un imán atrae cosas. ¿Qué parte de nosotros nos convierte en un imán y atrae?Sostenemos que son nuestros pensamientos, la conversación interna, esa autocharla que tenemos con nosotros mismos y que no para jamás. “Esta ley te permite conseguir todo lo que quieras,felicidad, amor, salud, dinero, paz espiritual.No hay nada que no puedas conseguirsi aprendes a usarla en tu vida diaria”Bob Proctor Por lo tanto necesitamos prestar mucha a tención a nuestros pensamientos, casi te diría estar al acecho de nuestra conversación interna, porque en este mismo momento todo lo que llega a tu vida (ya sea bueno o malo), tu mismo lo estás atrayendo por el poder de esta ley. ¿Porque crees que solamente el 1% de la población mundial gana alrededor del 96% de todo el dinero que existe? ¿Tú crees que es por accidente?...Indudablemente ellos saben usar esta Ley a su favor. Todo es atraído a ti en virtud de las imágenes que tienes en tu mente. Aquello en lo que estás pensando o poniendo atención... cualquier cosa que esté sucediendo en tu mente, tu estás atrayéndola. Ya sea positiva..... ¡O negativa! Atraes hacia tí todo aquello que temes,así como todo aquello que reconoces y agradeces.Atraes hacia ti todo aquello en lo que enfocas tu atención.Cuando te quejas o cuando disfrutas eso es lo que atraes. Sólo tu puedes cambiar tu vida. Eligiendo a cada momento qué pensamientos dejarás entrar y cancelando todos aquellos que pasan por tu mente y no sirven a tus propósitos. ¿Para qué enfocarte en tu pasado, en lo que no pudo ser o en lo que fue? ¿Crees que de esa manera lo sanas? Nosotros creemos que creas mas pasado y ese estado de ánimo del que intentas escapar, es aquel en el que permaneces. Atraes todo lo que sucede en tu vida, porque aunque no te des cuenta tus pensamientos están creando realidad en forma permanente. Si en lugar de enfocarte en el pasado empiezas a pensar en tus metas y ponerle atención cada día a ellas? ¿Cómo? Muy simple: Escribe tus metas, busca imágenes que las representen y dedica cada día unos minutos a mirarlas y visualizarlas, a ponerles energía, a imaginarte como te sentirías si ya las hubieras logrado, con quiénes las compartirías. Como está demostrado que el cerebro no tiene la capacidad de discernir entre la realidad y un sueño, agradece por ellas como si ya las hubieras logrado. Tus emociones te ayudarán en el camino: Cuando te sientes bien, atraes cosas positivas: felicidad alegría, optimismo, amor. Empieza a haber sincronía en tu vida y atraes lo que necesitas. Cuando te enojas o te quejas por lo que no es a tu manera, cuando transitas mal humor o sientes envidia o miedo o no le encuentras sentido a tu vida, lo cual te hace transitar la depresión y la apatía, entonces te sientes mal y eso hace que atraigas cosas negativas. Transitar la felicidad es el atajo para llegar mas rápido a donde quieras. ¿Quieres saber qué estas atrayendo ahora? Entonces pregúntate como te sientes. Allí encontrarás la respuesta a todo lo que sucede.Esta news es una síntesis de la película EL SECRETO, y ojala que manejando esta Ley puedas lograr todo lo que te propones: If you can dream it, you can do it. Si lo puedes soñar, lo puedes concretarWalt Disney
viernes, abril 20, 2007
Conversando con un coach...
sábado, abril 14, 2007
Viaje 6
Si ustedes son como la mayoría de los especuladores, probablemente han de continuar haciendo lo mismo que venían realizando como costumbre. Y las lecciones han de permanecer sin ser aprendidas. La autora cuenta que trabajó con un especulador que no había podido entender la razón por la cual él era incapaz de concentrarse y tener suficiente tiempo para construir un negocio de especulación. Cuando entró a su lujoso hogar, parecía un basurero. Eran obvias las lecciones que este especulador debía aprender con el fin de mejorar: Él necesitaba organizar su medio ambiente y mirar de frente a las razones por las cuales no podía aceptar dichas condiciones. Sin embargo, él permanecía ciego al caos que imperaba en su medio ambiente a menos que lo mirase a través de los ojos de los demás. Hecho que evitaba a toda costa al no invitar a extraños a su hogar. Era difícil para él regalar cosas pues venía de un estado mental de carencias y limitaciones. Este estado mental se trasladaba a su negociación bursátil. Por ejemplo, él había desarrollado tantos sistemas de trading que ya no sabía cuál de ellos utilizar. Si utilizaba un sistema, él pensaba que se estaba perdiendo de algo que otro sistema le ofrecía. Más aún, el no podía seguir sus reglas pues estaba acostumbrado a no cumplir con sus compromisos en lo referente a su ambiente. Por lo tanto, este hecho hacía aceptable el no cumplimiento de las reglas de especulación que se había trazado. ¿Por qué los especuladores no logran ver las lecciones que necesitan aprender en su actividad, y que pueden hacer para corregir este problema? Primero, muchos especuladores trabajan solos. Es difícil para algunos aprender una lección sin obtener feedback de las personas en que confían. Por lo tanto, es importante tener una red de personas en las que confiemos y con quienes podamos conversar nuestros problemas de trading. Ustedes pueden desarrollar una red a través de Internet y tener el anonimato necesario para poder ser completamente honesto. O ustedes pueden abrirse a los amigos en quienes confían. O pueden desarrollar un dialogo con su voz interna. Esta última solución es una forma particularmente efectiva de distanciarse de un problema cuando no tiene a alguien a quien contarle. Una segunda razón es el temor a estar equivocado y tener que realizar cambios. Cuando ustedes han trabajado muy duro en su sistema o estilo de especulación, a veces es muy difícil admitir que está equivocado. O ustedes no son capaces de enfrentar la posibilidad de tener que realizar cambios. La solución es darle un vistazo objetivo a sus resultados de especulación cada día y durante el tiempo. Si sus resultados no se encuentran en línea con sus objetivos y metas establecidos en su plan de negocios, entonces ustedes deben estar dispuestos a realizar los correctivos y modificaciones necesarias. Finalmente, la principal razón por la cual un especulador no aprende las lecciones que son producto de sus errores es el temor de enfrentar dolorosos pensamientos o sentimientos acerca de ellos mismos. Supongamos que la lección se trata de que el problema se encuentre dentro de ustedes y la solución tiene que ver con defectos de personalidad o con enfrentar emociones ligadas a traumas del pasado. Para muchos traders, esta es una opción demasiado aterradora para considerar. A menudo, la mejor solución es la que causa el menor dolor, buscar ayuda especializada para corregir estos problemas emocionales. Un granjero de toda la vida llamado Hank, quien esperaba dejar su actividad en el campo para convertirse en trader de acciones, había experimentado una serie de pequeñas pérdidas y llamó a Adrienne Laris Toghraie para pedir ayuda. Luego de la lectura de su Evaluación como Trader era claro que Hank tenía tanta aversión al riesgo que jamás se podría convertir en un buen trader. ¿Pueden imaginar a un granjero con aversión al riesgo? Además de su aversión al riesgo, estaba él tan lleno de emociones que era como una olla de presión lista para explotar. Se le aconsejó que cesara inmediatamente su actividad especulativa debido a que esto no era aconsejable en esta etapa de su vida. El consejo también se basó en el hecho de que el capital de especulación de Hank consistía en US $20,000, los cuales eran la fortuna total de la familia. Un mes más tarde, Hank estaba en estado de shock luego de haber perdido todo su dinero. Primero, él ha descrito el futuro como lo veía, con su esposa ahorrando centavos y sus hijos sufriendo necesidades. Después, Hank ha descrito las terribles luchas de su pasado. Lo que Hank realmente describía era un día común en la vida de un trader. Pero él no era capaz de observar la pérdida desde esta perspectiva. Lleno de culpa, pena y desamparo, él ha convertido esta situación en una montaña y poco después ha sufrido de un ataque al corazón. Lidiando con los Montículos. Durante cualquier día, nosotros enfrentamos un grupo diferente de problemas y preocupaciones. Cada día, nosotros lidiamos con dichos problemas de forma diferente. Nuestra historia psicológica combinada con nuestros niveles de energía y los recientes acontecimientos de nuestra vida determinarán nuestra respuesta. Aun cuando podamos justificar nuestros sentimientos y preocupaciones referentes a un problema, a menudo lo repetiremos en nuestras mentes a todo color. Cada vez que repetimos un evento en nuestras mentes, éste se vuelve más grande que la experiencia original. Entonces, luego que agregamos a este pequeño problema los dramas que hemos coleccionado producto de situaciones similares del pasado, pronto habremos creado ira, parálisis y un comportamiento poco apropiado. Este es un problema común que sufren muchos traders como Hank quienes experimentan una pérdida que se convierte en algo tan importante que no la pueden superar. Sin embargo, en la especulación bursátil es necesario perder para poder ganar. Para que un sistema de especulación le entregue las ganancias que usted tanto ansía obtener, usted debe incurrir en algunas pérdidas. Cuando una o varias pérdidas ocurren, un especulador puede agregar tantas imágenes a dicha pérdida que sus emociones lo sobrecogen. Esto pudiera significar el final de una carrera de trading o un punto clave de su desarrollo. ¿Qué establece la diferencia? Comparemos la experiencia de Hank con una igualmente dramática experiencia de pérdidas sufrida por otro granjero/trader llamado Ralph. Lleno de temor y remordimiento, Ralph ha pintado las mismas imágenes negativas de su vida luego de sufrir una pérdida. Sin embargo, cuando hubo finalizado el proceso de imaginarse en el fondo, él tuvo una introspección. Ralph se ha dado cuenta que no había forma de que pudiera llegar a caer más abajo. De allí en adelante, Ralph comenzó a cambiar las imagines negativas, por imágenes de todas las cosas maravillosas que él tenía en su vida. En poco tiempo, Ralph tenía el poder de retomar su actividad de especulación del mercado. Al igual que Hank y Ralph, las imágenes que nosotros pintamos y el modo en que nos hablamos a nosotros mismos acerca de nuestras experiencias cotidianas determinarán si nuestros problemas se han de convertir en montañas que se interpongan en el camino de nuestro éxito o montículos sobre los que podemos apoyarnos para alcanzar nuestros objetivos.
Viaje 5
Los mercados se mueven por emociones.
Ya vimos con demasiado detalle qué significa la palabra emoción y si la trasladamos a los mercados vemos que en esencia todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado.
Trasladándonos a los mercados Alberto Cárdenas en http://www.hispatrading.com/ tomando como base el material del libro Inteligencia Emocional nos dice que las emociones constituyen la fuerza que le da vida a los mercados, son la energía que alimenta el sistema financiero. Las emociones son la energía que le imprime dinamismo a los mercados.
Los mercados son un gran sistema, y como todo sistema se encuentra compuesto por un conjunto de elementos. Dichos elementos son todos los agentes económicos que hacen vida en el mismo. Inversionistas, Casas de Bolsa, Intermediarios, y Especuladores. En líneas generales, todos ellos individuos pensantes, cada uno con necesidades específicas y perspectivas definidas, sujetos a la influencia de estas fuerzas que en definitiva se traducen en el movimiento de los precios del mercado. Teniendo en cuenta que las emociones juegan un papel fundamental en nosotros mismos y en definitiva en los mercados. Debemos aprender a tomarlas muy en serio, estudiarlas, comprenderlas y en muchos casos controlarlas para que nos permitan ser efectivos en nuestra operatoria.
Existe un estado en el cual, parece que este conjunto de fuerzas (“emociones”) se conjugan de tal forma en el individuo, que permiten llevarlo a verdaderos estados de efectividad.
¿Cómo canalizar las emociones en nuestras vidas de forma que nos permitan ser personas eficaces?
Existe un estado misterioso en el que este conjunto de fuerzas se conjugan de una forma que permiten un desempeño extraordinario.
Cientos de hombres y mujeres diversos -alpinistas, campeones de ajedrez, cirujanos, jugadores de baloncesto, ingenieros, inversionistas, especuladores bursátiles, gerentes e incluso archivistas hablan de una época en la que se superaban a ellos mismos en alguna actividad preferida. El estado que describen recibe el nombre de “flujo” en los trabajos de Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo de la Universidad de Chicago que ha reunido durante dos décadas de investigación estos testimonios de desempeño óptimo.
Los atletas conocen este estado de gracia como “la zona”, en la que la excelencia no requiere ningún esfuerzo, la multitud y los competidores desaparecen, felizmente absorbidos por ese momento. Diane Roffe-Steinrotter, que obtuvo una medalla de oro en esquí en los juegos Olímpicos de invierno de 1994, dijo al concluir su participación en una carrera de esquí que no recordaba nada salvo estar inmersa en la relajación: “Me sentía como una cascada”. Ser capaz de entrar en el así llamado flujo es el punto óptimo de la inteligencia emocional; el flujo representa tal vez lo fundamental en preparar las emociones al servicio del desempeño y el aprendizaje. En el flujo, las emociones no sólo están contenidas y canalizadas, sino que son positivas, están estimuladas y alineadas con la tarea inmediata. Quedar atrapado en el aburrimiento de la depresión o en la agitación de la ansiedad significa quedar excluido del flujo. Sin embargo, el flujo es una experiencia que casi todo el mundo tiene de vez en cuando, sobre todo cuando alcanza el desempeño óptimo o llega más allá de sus límites iniciales.
En el caso de la operatoria bursátil, efectivamente uno siente en algunas ocasiones que el día fuera realmente diferente. Siente una confianza absoluta en lo que esta haciendo, cuando mira los monitores y los gráficos de las cotizaciones no ve precios, ve prácticamente figuras armoniosas, notas musicales que me indican de una forma natural la danza que está experimentando el mercado. Realiza las operaciones de forma relajada y en total claridad, no es un desconocimiento de las estrategias aprendidas, es todo lo contrario, una facilidad increíble para ponerlas en práctica. Es un estado en el que no se siente ningún tipo de tensión, puedo decir que verdaderamente disfruto lo que hago, es en líneas generales un completo fluir. Este estado no garantiza de ninguna forma obtener ganancias seguras, pero si nos acerca a niveles elevados de efectividad y aprendizaje. Esa es una experiencia magnifica: el sello del flujo es una sensación de deleite espontáneo. Debido a que el flujo provoca una sensación tan agradable, es intrínsecamente gratificante. Es un estado en el que la gente queda profundamente absorta en lo que está haciendo, dedica una atención exclusiva a la tarea y su conciencia se funde con sus actos.
En efecto, reflexionar demasiado sobre lo que se está ocurriendo interrumpe el flujo. La atención queda tan concentrada que la persona sólo es consciente de la estrecha gama de percepción relacionada con la tarea inmediata y pierde la noción de tiempo y espacio. El flujo es un estado de olvido de sí mismo, lo opuesto a la cavilación y la preocupación: en lugar de quedar perdida en una nerviosa preocupación, la persona que se encuentra en un estado de flujo está tan absorta en la tarea que tiene entre manos que pierde toda conciencia de sí misma y abandona las pequeñas preocupaciones - la salud, las cuentas, incluso la preocupación por hacer las cosas bien- de la vida cotidiana. En este sentido, el estado de flujo se caracteriza por la ausencia del yo.
Paradójicamente, la persona que se encuentra en este estado muestra un perfecto control de lo que esta haciendo y sus respuestas guardan perfecta sintonía con las exigencias cambiantes de la tarea. Y aunque la persona alcanza un desempeño óptimo mientras se encuentra en este estado, no le preocupa como está actuando ni piensa en el éxito o en el fracaso: lo que motiva es el puro placer del acto mismo. ¿Cómo puedo alcanzar la zona?
Los operadores bursátiles que logran alcanzar dicho estado, no están preocupados por las ganancias o las perdidas, simplemente fluyen en la operativa cumpliendo una disciplina previamente establecida. El hecho de ganar o perder forma parte del proceso mismo de operaciones. Esto no quiere decir que los mismos no utilizan stop loss y no tienen idea del riesgo, o no tienen una política de gestión de capital establecida. Todo lo contrario, tienen una facilidad asombrosa para cumplir la estrategia previamente definida. No les tiembla el pulso para dejar correr las ganancias y cortar las pérdidas cuando éstas se produzcan. Existen varias maneras de alcanzar el estado de flujo. Una es concentrarse intencionalmente en la tarea a realizar; la concentración elevada es la esencia del estado de flujo. A las puertas de esta zona parece existir un circuito de retro-alimentación: serenarse y concentrarse lo suficiente para comenzar la tarea puede exigir un esfuerzo considerable, y este primer paso exige cierta disciplina. Pero una vez que la concentración empieza a consolidarse, exige una fuerza propia que exige al mismo tiempo el alivio de la turbulencia emocional y hace que la tarea resulte fácil.
Usar la creatividad y escucharse a uno mismo es una actitud valida para esto. La entrada en esta zona también puede producirse cuando la persona encuentra una tarea para la que tiene habilidades y se compromete en ella a un nivel que en cierto modo pone a prueba su capacidad.
Como dice Csikszentmihalyi: “La gente parece concentrarse mejor cuando las exigencias son un poco mayores de lo habitual, y son capaces de dar mas de lo habitual. Si se le exige demasiado poco, la gente se aburre. Si tiene que ocuparse de demasiadas cosas, se vuelve ansiosa. El estado de flujo de produce en esa delicada zona entre el aburrimiento y la ansiedad”.
El placer espontáneo, la gracia y la efectividad que caracterizan al estado de flujo son incompatibles con los asaltos emocionales. La calidad de atención durante el estado de flujo es relajada aunque sumamente concentrada. Se trata de una intensidad muy distinta del esfuerzo que hacemos para prestar atención cuando estamos cansados o aburridos o cuando nuestra concentración se ve acosada por sentimientos inesperados como la ansiedad y la ira. Cuando logramos penetrar en dicho estado, el temor, la ansiedad, el optimismo excesivo, enemigos implacables en nuestra operativa, simplemente ceden, y abren paso a un sentimiento de seguridad natural que permite fluir junto al mercado. Lo cual no quiere decir dejarse llevar por él.
El estado de flujo carece de estática emocional, salvo por un sentimiento irresistible y sumamente motivador de suave éxtasis. Ese éxtasis parece un producto derivado de la atención, que es un prerrequisito del estado de flujo. En efecto la literatura clásica de las tradiciones contemplativas describe estados de ensimismamiento que se viven como pura beatitud: un estado de flujo inducido exclusivamente por la concentración intensa. Al observar a alguien que se encuentra en estado de flujo se tiene la impresión de que lo difícil resulta fácil; el desempeño óptimo parece natural y corriente. Esta impresión es comparable con lo que ocurre dentro del cerebro, donde se repite una paradoja similar: las tareas más desafiantes se realizan con un gasto mínimo de energía mental. En el estado de flujo, el cerebro está “fresco”, su excitación e inhibición del circuito nervioso está en sintonía con la exigencia del momento. Cuando la persona está ocupada en una actividad que capta y retiene su atención sin esfuerzo, su cerebro se “tranquiliza” en el sentido de que se produce una disminución de la excitación cortical. Ese descubrimiento es notable, teniendo en cuenta que el estado de flujo permite a la persona emprender las tareas más desafiantes en un campo determinado, ya sea jugar contra un maestro de ajedrez, resolver un problema matemático complejo u operar en mercados con altísimos niveles de incertidumbre y volatilidad. Se supone que estas tareas desafiantes exigirían más actividad cortical, no menos.
Pero una clave del estado de flujo es que se produce sólo cuando la capacidad está en su apogeo, las habilidades están bien ensayadas y los circuitos nerviosos son absolutamente eficientes. Una concentración esforzada - alimentada por la preocupación- produce un aumento de la activación cortical. Pero la zona del estado de flujo y del desempeño óptimo parece ser un oasis de la eficiencia cortical, con un gasto mínimo de energía mental.
Esto tiene sentido, tal vez, en función de la practica especializada que permite a la persona alcanzar el estado de flujo: haber dominado los pasos de una tarea, ya sea una actividad física como el alpinismo o una actividad mental como la programación de computadoras, o el análisis técnico de los mercados, el recuento de ondas, la utilización de sistemas de especulación, etc., significa que el cerebro puede ser mas eficiente para realizarlas. Los movimientos bien practicados exigen mucho menos esfuerzo cerebral que aquellos que simplemente se aprenden, o que aquellos que aún resultan demasiado difíciles.
Asimismo, cuando el cerebro trabaja menos eficazmente debido a la fatiga o a los nervios, como ocurre al final de un largo día de tensión, la precisión del esfuerzo cortical queda desdibujada y quedan activadas demasiadas áreas superfluas: un estado nervioso experimentado como algo sumamente confuso. Lo mismo ocurre con el aburrimiento. Pero cuando el cerebro funciona en su punto óptimo de eficiencia, como en el estado de flujo, existe una relación precisa entre las zonas activas y las exigencias de la tarea. En este estado, incluso el trabajo difícil puede resultar refrescante o reparador en lugar de agotador.
Debido a que el estado de flujo surge en la zona en que una actividad desafía a la persona a desarrollar el máximo de sus capacidades, a medida que sus habilidades aumentan, la entrada en el estado de flujo supone un desafío mas elevado. Si una tarea es demasiado sencilla, resulta aburrida; si supone un desafío demasiado grande, el resultado es la ansiedad en lugar del estado de flujo. Se puede argumentar que el dominio de un arte o una habilidad se ve estimulado por la experiencia del estado de flujo; que la motivación para mejorar cada vez más en algo - ya sea tocar el violín, especular con futuros financieros, o manipular genes- es al menos en parte permanecer en estado de flujo mientras se desarrolla la tarea.
De hecho en un estudio llevado a cabo con doscientos artistas dieciocho años después de que salieran de la escuela de arte, Csikszentmihalyi descubrió que los que se habían convertido en pintores serios eran aquellos que en su época de estudiantes habían disfrutado del deleite que les proporcionaba el hecho de pintar. Los que en la escuela de arte se habían sentido motivados por sueños de fama y riquezas, en su mayor parte abandonaban el arte después de graduarse. Hacer trading, operar en los mercados, es definitivamente un arte. El mismo principio se aplica a los especuladores y traders. Si nosotros nos vemos motivados por sueños de grandeza desmedidos, hacer dinero de forma inmediata y fácil, (cosa que no digo que no pueda ocurrir), es muy probable que fracasemos en nuestra operatoria. Debemos por encima de todo aprender a disfrutar lo que hacemos, esto es parte importante del estilo de vida que nosotros como buenos traders debemos asumir.
La humildad juega un papel importante en esta tarea. “Los pintores deben sentir deseos de pintar por encima de todas las cosas. Si el artista que está delante del lienzo empieza a preguntarse por cuanto lo venderá, o qué pensarán los críticos de su obra, no logrará seguir un camino original. Los logros creativos dependen de la inmersión en un único objetivo”.Mihaly Csikszentmihalyi.
Salu2
Pablo Devaux
domingo, abril 08, 2007
Viaje 4
La Inteligencia Emocional.
Hay un libro de Daniel Goleman, "La Inteligencia Emocional", que trataré de sintetizar los temas relacionados con lo que nos compete. Recomiendo la lectura de este libro para entender en forma definitiva el tema de las emociones y su control. Y no solamente para ello sino también para aprender a cómo encaminar a nuestros hijos a una cultura y educación distinta para que sean libres de verdad.
Cualquiera puede ponerse furioso......eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta.....eso no es fácil. ARISTOTELES, Etica a Nicómaco
¿Qué factores entran en juego cuando las personas que tienen un elevado coeficiente intelectual tienen dificultades y las que lo tienen modesto se desempeñan sorprendentemente bien?
La diferencia suele estar en que "la inteligencia emocional" incluye el autodominio, el celo, la persistencia y la capacidad de motivarse uno mismo. Estas habilidades pueden enseñarse a los niños dándoles así mejores posibilidades de utilizar el potencial intelectual que la lotería genética les haya brindado.
En principio, el impulso es el instrumento de la emoción, la semilla de todo impulso es un sentimiento que estalla por expresarse en la acción. Quienes están a merced del impulso por carecer de autodominio padecen una deficiencia moral: la capacidad de controlar el impulso es la base de la voluntad y el carácter.
Sabemos que en esencia las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. La raíz de esta palabra "emoción" es "motere", el verbo latino "mover", además del prefijo "e" que implica "alejarse", lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia a actuar.
Las emociones pueden alterar el pensamiento mismo. Cuántas veces nos sentimos alterados emocionalmente y decimos que no podemos pensar correctamente. El cerebro emocional está tan comprometido en el razonamiento como lo está el cerebro pensante. A las emociones les importa la racionalidad. En la danza de sentimiento y pensamiento, la facultad emocional guía nuestras decisiones momentáneas, trabajando en colaboración con la mente racional y permitiendo o imposibilitando el pensamiento mismo. De la misma manera el cerebro pensante desempeña un papel ejecutivo en nuestras emociones, salvo en aquellos momentos en que las emociones quedan fuera de control y el cerebro emocional pierde sus frenos.
En este sentido, tenemos dos cerebros, dos mentes y dos clases de inteligencia diferentes: la racional y la emocional.
El nuevo paradigma nos obliga a armonizar cabeza y corazón. Para hacerlo positivamente en nuestra vida, primero debemos comprender más precisamente qué significa utilizar la emoción de manera inteligente.
Cuando lo inteligente es tonto
Cuántas veces escuchó o se preguntó lo siguiente:
¿Cómo una persona tan evidentemente inteligente pudo hacer algo tan irracional, tan absolutamente estúpido?
La respuesta es que la inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Las personas más brillantes pueden hundirse en los peligros de las pasiones desenfrenadas y de los impulsos incontrolables, personas con un coeficiente intelectual elevado pueden ser pilotos increíblemente malos de su vida privada.
A diferencia del Coeficiente Intelectual (CI) con sus casi 100 años de historia de estudios de cientos de miles de personas, el concepto de inteligencia emocional es nuevo; habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir frente a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas.
Es por ello que se considera que la contribución más importante que puede hacer la educación al desarrollo de nuestros hijos es ayudarlo a acceder a un campo en el que sus talentos se desarrollen más plenamente, donde se sienta mas satisfecho y capaz. Deberíamos perder menos tiempo clasificando a los chicos en categorías y más tiempo ayudándolos a reconocer sus aptitudes y dones naturales y a cultivarlos.
Conocete a Ti mismo
Según cuenta un relato japonés, un belicoso samurai desafió en una ocasión a un maestro zen a que explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén: "No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!" Herido en lo más profundo de su ser, el samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó: "Podría matarte por tu impertinencia". "Eso", repuso el monje con calma, "es el infierno".Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección. "Y eso", añadió el monje, "es el cielo".
El súbito despertar del samurai a su propia agitación ilustra la diferencia crucial que existe entre quedar atrapado en un sentimiento y tomar conciencia que uno es arrastrado por él. La frase de Sócrates "CONOCETE A TI MISMO" confirma esta piedra angular de la inteligencia emocional: la conciencia de los propios sentimientos en el momento que se experimentan.
El comienzo fisiológico de una emoción ocurre típicamente antes de que una persona conozca conscientemente el sentimiento mismo. Poco a poco se va volviéndose lo suficientemente fuerte para convertirse en algo consciente. Así, hay dos niveles de emoción, la consciente y la inconsciente. En el momento que una emoción se convierte en algo consciente marca su registro como tal en la corteza frontal. Las emociones que arden bajo el umbral de la conciencia pueden ejercer un poderoso impacto en la forma en la que percibimos y reaccionamos, aunque no tengamos idea de que están funcionando. Ejemplo: Alguien se siente molesto por un encuentro desagradable a primera hora de la mañana y está de mal humor todo el día. Una vez que la reacción pasa a ser consciente, la persona puede volver a evaluar las cosas, decidir que prefiere minimizar los sentimientos experimentados con anterioridad y quizás cambiar su visión y su humor. La conciencia de las propias emociones es el eslabón que une el fundamento siguiente de la inteligencia emocional: ser capaz de superar el mal humor.
Vamos un poco más a lo nuestro. Muchos de estos pensamientos y acciones concientes activan mecanismos psicológicos inconscientes con consecuencias que no podemos predecir nunca. Es por ello que muchas veces nos encontramos realizando acciones fuera de nuestro control. Un ejemplo clásico en nuestra labor es introducir órdenes al mercado de manera irracional. Los traders que toman menos tiempo para tomar sus decisiones son los más propensos a los resultados de los mecanismos psicológicos inconscientes señalados. Siempre nos tenemos que prestar mucha atención a nosotros mismos. Es decir tenemos que escucharnos atentamente y analizar cuidadosamente lo que nos decimos a nosotros mismos, en especial, si son cuestiones negativas, como por ejemplo: “no soy lo suficiente inteligente para procesar toda la información y entrar al mercado”, “tengo miedo de arriesgar esta suma de dinero”, “siempre vendo apresuradamente” y seguramente ustedes tendrán muchos mas ejemplos de estos. Siempre hay que neutralizar estos pensamientos inconscientes desde la propia conciencia.
Esclavos de la Pasión
El autodominio, el ser capaces de soportar las tormentas emocionales a las que nos someten los embates de la fortuna en lugar de ser "esclavos de la pasión", ha sido elogiado como virtud desde los tiempos de Platón.
En efecto, mantener bajo control nuestras emociones perturbadoras es la clave para el bienestar emocional; los extremos (emociones muy intensas o muy duraderas) socavan nuestra estabilidad. Los momentos de decaimiento, así como los de entusiasmo, dan sabor a la vida, pero es necesario que guarden un equilibrio.
Dominar nuestras emociones es una tarea absorbente, porque la mayor parte de lo que hacemos, sobre todo en nuestro tiempo libre, es intentar dominar nuestros estados de ánimo. El arte de serenarnos es una habilidad fundamental para la vida.
La cuestión no surge con la tristeza, preocupación o la ira comunes y corrientes; normalmente esos estados de ánimo pasan con tiempo y paciencia. Pero cuando estas emociones poseen gran intensidad y se prolongan más allá de un punto adecuado, se funden en sus perturbadores extremos: la ansiedad crónica, la ira incontrolable, la depresión. Y en sus formas más severas en intratables pueden ser necesarias la medicación, la psicoterapia, o ambas.
La Aptitud Magistral
Quizás muchos han vivido la situación de dar un examen y donde uno se queda paralizado por el terror. Se pasa la hora mirando la página mientras piensa solo en las consecuencias que tendrá que soportar, los mismos pensamientos se repiten una y otra vez. Te quedas paralizado, no intentas una respuesta a las preguntas del examen y solo te concentras en el terror y esperas que ese tormento termine. Este es el ejemplo que da el autor y es lo que a él le sucedió una vez y que considera la prueba más convincente del impacto devastador que el trastorno emocional tiene sobre la claridad mental. Este es el poder del cerebro emocional para dominar, incluso paralizar, el cerebro pensante.
Es muy importante ejercer una motivación positiva (el ordenamiento de los sentimientos de entusiasmo, celo y confianza) en los logros. Estudios realizados en atletas olímpicos, músicos a nivel mundial, grandes maestros de ajedrez, demuestran que el rasgo que los une es la capacidad de motivarse ellos mismos para llevar a cabo una rutina de entrenamiento implacable y con el firme aumento del grado de excelencia necesario para alcanzar un lugar a nivel mundial.
En la medida en que nuestras emociones entorpecen o favorecen nuestra capacidad para pensar y planificar, para llevar a cabo el entrenamiento con respecto a una meta distante, para resolver problemas y conflictos, definen el límite de nuestra capacidad para utilizar nuestras habilidades mentales innatas, y así determinar nuestro desempeño en la vida. Y en la medida en que estamos motivados por sentimientos de entusiasmo y placer con respecto a los que hacemos, esos sentimientos nos conducen a los logros. Es en este sentido que la inteligencia emocional es una aptitud superior, una capacidad que afecta profundamente a todas las habilidades, facilitándolas o interfiriéndolas.
Otro aspecto importante es el "control del impulso". Esto se comenzó a investigar con lo que se llamó, la “prueba del bombón", con niños menores ofreciéndoles un dos bombones a quienes terminaran una tarea y uno solo a quienes no. Este desafío en por ejemplo criaturas menores a 4 años muestra la batalla que existe entre el impulso y la restricción, el yo y el ego, el deseo y el autocontrol, la gratificación y la postergación. Este y otros estudios realizados con niños que luego fueron seguidos hasta la adolescencia dieron como resultado que aquellos que pudieron contener el impulso de llevarse solo un bombón sin culminar la tarea, resultaron personas más componentes en el plano social, más eficaces en sus tareas, más seguros de sí mismos y más capaces de enfrentarse a las frustraciones de la vida.
Tal vez no existe herramienta psicológica más importante que la de resistir el impulso. Es la raíz de todo autocontrol emocional dado que las emociones llevan a uno u otro impulso a entrar en acción. Si se trabaja de niño esto probablemente ofrecerá una interpretación no solo del carácter sino también de la trayectoria que seguirá a lo largo de su vida.
Esto se describe con la desafortunada frase "demora de la gratificación auto-impuesta y dirigida a un objetivo", es decir la esencia de la autorregulación emocional, la capacidad de rechazar un impulso al servicio de un objetivo.
Hablando de objetivos, la “esperanza”, es lo que marca la diferencia. También en estudios con alumnos se vio que aquellos que abrigan muchas esperanzas, que se fijan metas mas elevadas y saben trabajar arduamente para alcanzarlas consiguieron logros académicos más elevados que aquellos con aptitudes intelectuales equivalentes pero con menos esperanza. La esperanza es algo más que el punto de vista que todo saldrá bien, es una manera más específica de creer que uno tiene la voluntad y también los medios para alcanzar sus objetivos, sean estos cuales fueran.
Desde la perspectiva de la inteligencia emocional, abrigar esperanzas significa que uno no cederá a la ansiedad abrumadora, a una actitud derrotista ni a la depresión cuando se enfrente a desafíos o contratiempos. En efecto, las personas que abrigan esperanzas muestran menos depresión que las demás ya que actúan para alcanzar objetivos, son menos ansiosas en general y tienen menos dificultades emocionales.
Las emociones se contagian.
"En la guerra de Vietnam los soldados de un pelotón norteamericano estaban en cuclillas en medio de un arrozal, en pleno tiroteo con el Vietcong. De repente, una fila de seis monjes empezó a caminar a lo largo de las pequeñas elevaciones que separaban un arrozal de otro. Con serenidad y porte perfecto, los monjes caminaban directamente hacia la línea de fuego. No miraban a la derecha ni a la izquierda. Caminaban en línea recta. Fue realmente extraño, porque nadie les disparó. Y después que terminaron de caminar por los montículos, de pronto el deseo de lucha abandonó a los soldados norteamericanos. No tenían ganas de seguir haciendo eso, al menos ese día. Debió de ser así para todos, porque todos abandonaron. Simplemente todos dejaron de combatir."
Brillantez emocional: informe de un caso.
Una tarde viajaba a su casa en un tren suburbano de Tokio cuando subió un trabajador robusto, agresivo, borracho y sucio. El hombre se tambaleaba y comenzó a asustar a los pasajeros, mientras maldecía en voz alta golpeó a una mujer que sostenía un bebé en brazos y la hizo caer encima de una pareja de ancianos, que a su vez se levantaron de un salto y corrieron hasta el otro extremo del vagón. El borracho se dio algunos golpes más y se agarró de la barra de metal que estaba en el medio del vagón e intentó arrancarla.
En ese momento Terry, sintió que debía intervenir para evitar que alguien saliera lastimado, pero recordó las palabras de su maestro: " el aikido es el arte de la reconciliación. El que tenga la intención de luchar habrá quebrado su conexión con el universo. Si intentas dominar a la gente, ya estás derrotado. Lo que estudiamos es cómo resolver el conflicto, no como iniciarlo."
Terry se puso de pie lentamente y al verlo el borracho rugió:" ¡Ajá! ¡Un extranjero! ¡Lo que necesitas es una lección sobre modales japoneses!" y se dispuso a lanzarse sobre Terry. Pero en ese preciso instante alguien lanzó un grito ensordecedor y extrañamente alegre. "¡Eh!"
Era como si alguien se hubiese encontrado con un amigo. El borracho, sorprendido se dio media vuelta y vio a un diminuto japonés, de unos setenta años, sentado y vestido con kimono. El anciano le sonrió al borracho con deleite y le hizo señas con la mano mientras le decía "Ven aquí". El borracho avanzó mientras le decía en tono beligerante:
"¿Por qué demonios debería hablar contigo?". Entretanto Terry estaba preparado para derribar al borracho en cuanto hiciera el menor movimiento violento.
¿Qué has estado bebiendo? preguntó el anciano mientras miraba al borracho con una sonrisa. He estado bebiendo "sake", y no es asunto tuyo le respondió el borracho.
OH, es maravilloso, absolutamente maravilloso, le dijo el anciano en tono amistoso. ¿Sabes? A mi también me gusta mucho el "sake". Todas las noches mi esposa y yo, ahora ella tiene sesenta y seis años, calentamos una pequeña botella de sake, la llevamos al jardín, nos sentamos en un viejo banco de madera, y disfrutamos la bebida. Poco a poco el borracho comenzó a suavizarse y a aflojar sus puños.
Estoy seguro que tienes una esposa maravillosa le dijo el anciano.
No, dijo el borracho. Mi esposa murió y entre llantos comenzó a contarle su historia, de cómo había perdido a su esposa, su hogar, su trabajo y se sentía avergonzado de sí mismo.
En ese momento Terry tenía que bajar y oyó cuando el anciano invitaba al borracho a sentarse con él y le contara todo. Vio como el borracho se tendía en el asiento y apoyaba la cabeza en el regazo del anciano.
¡Eso es brillantez emocional!
Viaje 3
Viaje 2
Viaje 1
La idea es dejarles “mi” verdad sobre especular o invertir en la Bolsa. Luego de muchos años de aciertos y errores, más errores que aciertos creo que es válido dejar una posición sentada. Brindarles las distintas opiniones de algunos profesionales con las cuales coincido plenamente puede ser una vía de acceso a esta verdad. Por supuesto que habrá muchos que tendrán "su" verdad y que no coincidirá con la mía, pero bueno, mi idea es compartirla igualmente con todos aquellos que quieran leerla. NO encontrarán en estas líneas los éxitos de una persona que cansada de hacer dinero y que ahora se dedica a escribir artículos de autoayuda, muy de moda en estos tiempos, para enseñarles cómo deben hacerlo. Muy por el contrario, encontrarán el resultado final al que he llegado luego de cometer infinitos errores. Encontrarán mi humilde opinión de por dónde pasa este juego y algunas opiniones de grandes traders de los distintos mercados del mundo. Mucho de lo escrito aquí les servirá, y espero que así sea de todo corazón, para cualquier otra inversión que ustedes hagan y no solo para las inversiones bursátiles. Es por ello que estas líneas están dirigidas a las personas que desean trabajar y vivir de sus inversiones como a aquellas que solo quieren incrementar sus ahorros para aplicarlos en el futuro. Muchos de ustedes habrán escuchado que invertir en la Bolsa es una timba, o que es como ir al casino, o que depende de las grandes ganancias de las empresas en donde van a invertir o que hay que ser un experto en economía y saber de los grandes números, o que solo hay que saber interpretar los gráficos de precios, o tantas otras cosas más. La idea de algunos pocos grandes pensadores, a la que yo adhiero, es que solo depende de la PSICOLOGIA. Depende del control de nuestras emociones y de elaborar un plan de trabajo y cumplirlo sin excepción alguna. En resumen: CONTROL EMOCIONAL Y DISCIPLINA son las claves del éxito. Por último citando al gran maestro André Kostolany, la Bolsa es un regalo que me hecho a mi mismo, un trozo de mi propia libertad. Gracias a ella hoy soy millonario, no por tener una enorme suma de dinero en una cuenta bancaria, sino por tener un pequeño capital que me permite satisfacer mis aspiraciones y necesidades, porque no tengo que inclinarme ante nadie, porque puedo mandar al infierno a todo lo que no me agrada y por que todo esto es el mayor lujo que uno puede tener en la vida. Ser libre. ¿Ministro de Economía? No puedo serlo ¿Banquero? No quiero serlo ¿Especulador de Bolsa? ¡Eso es exactamente lo que soy!