En esta nueva entrega de la serie de artículos de filosofía forex tomaremos un concepto del budismo tal y como hicimos en nuestro segundo artículo cuando analizamos la objetividad dentro del mercado, para esta ocasión dicho concepto budista es el del karma aplicado dentro de los confines del mercado.
Buda explicaba de manera sencilla el karma como el hecho de que todo lo que hacemos de alguna manera influye en la realidad y la deja marcada, toda acción genera una reacción a plaza tan corto o tan largo como seamos capaces de imaginarnos, Buda decía a sus discípulos:
“No crean que una acción deja de tener consecuencias negativas solo por ser muy simple y pequeña; por pequeña que sea una chispa puede incendiar una paja tan grande como una montaña.
No descuiden las buenas acciones por pequeñas que sean, pensando en que no aportan ningún beneficio, pues las mas pequeñas gotas de agua terminan llenando un recipiente”.
Para una persona que sigue las enseñanzas de Buda, el karma no es el premio o castigo por las acciones, sino el hecho de que cualquier acción produce un efecto, y un conjunto de causas da lugar a un conjunto coherente de efectos que son la contrapartida de esas causas, porque todo lo que existe en el universo tiene un equilibrio.
Este contexto lo podemos aplicar dentro de nuestra vida, y de igual manera dentro del mercado, primeramente veremos el contexto general en nuestra vida.
De forma general la mayoría de las personas consideran el karma como una simple regla de causa y efecto, es decir, si me porto bien en la vida y con mis prójimos, merezco tener un efecto positivo en mi vida, de modo contrario un mal comportamiento debe redundar en malas situaciones para mi; ya vimos que por definición el concepto de karma tiene implicaciones mucho mas profundas que un enunciado de causa-efecto, bueno-malo. Tomemos en cuenta el siguiente ejemplo:
Imagínese le lector que esta en búsqueda de un nuevo trabajo, así que acude a varias empresas a dejar su currículum vitae y a entrevistas, al mismo tiempo, en la Empresa X un total desconocido para usted decide renunciar a su puesto para la búsqueda de nuevas oportunidades (el motivo aquí es lo de menos), entonces una vacante se abre en la Empresa X al mismo tiempo en que usted acude a esa misma empresa para dejar sus datos en caso de que exista en el futuro una oportunidad de laborar en ese lugar (usted aun no sabe que esa vacante esta ya disponible); en días posteriores usted pasa por el proceso de reclutamiento y selección de la Empresa X y al finalizar el proceso usted es el elegido para ocupar el puesto disponible. Si el lector es capaz de captar la intención de mis palabras se dará cuenta de que la decisión de un total desconocido y ajeno a nosotros (la persona que decidió renunciar) tuvo un efecto en nuestra vida al darnos la oportunidad de ocupar ese trabajo vacante, y aunque no estemos conscientes de ese efecto ello no implica que no sea de esa manera.
De igual manera las decisiones, buenas o malas, que hagamos en nuestra vida no solo van marcando nuestro destino sino que también pueden brindar la pauta (que de hecho lo hacen) para afectar o influir en la vida tanto de gente cercana a nosotros como de personas que nos son totalmente ajenas y a veces tan lejanas que no podemos imaginar, esto ultimo es mas complicado de verificar obviamente.
En el ejemplo anterior podemos observar de manera fácil y sencilla la relación existente entre causa, un desconocido renuncia a su trabajo, y el efecto, somos contratados para cubrir ese puesto, pero esto no siempre es palpable o evidente.
Una acción que realicemos puede irse diluyendo a través de otras personas, perdiéndose entre el tiempo y la gente, pensando en que el efecto de nuestras acciones se aleja de nosotros, aunque no necesariamente es de esa manera. En una ocasión me entere del caso de una persona dueña de un bar que contaba entre sus clientes a menores de edad, lo cual todos sabemos esta penado por la ley, dicho dueño del bar no se preocupaba por este hecho mas que el de no ser encontrado in fraganti por la autoridad cometiendo este delito, sin embargo, ocurrió un día que uno de sus muchos clientes menores de edad bebió en exceso y salio de su establecimiento a altas horas de la madrugada bajo los efectos del alcohol e intentando conducir a su casa, en su trayecto dicho menor perdió el control del vehículo debido a los efectos del alcohol chocando su automóvil en contra de otro que circulaba en sentido contrario, el menor ebrio resulto ileso pero no así los ocupantes del carro contra el cual se estrello en donde viajaba un matrimonio joven que resulto con heridas de gravedad, dicha pareja regresaba a su hogar después de visitar a familiares al otro lado de la ciudad y para sorpresa del dueño del bar la pareja accidentada resultaron ser vecinos de la colonia en donde vivía, a los cuales apreciaba y mantenía una amistad cercana.
Este ejemplo trae a mi memoria el poema ¿Por Quien Doblan las Campanas? del escritor John Donne, el cual describe fielmente la relación humana, el modo en como estamos interconectados, que sirve a la ocasión y que a la letra dice:
Ningún hombre constituye por si mismo una Isla; cada hombre es una porción del Continente, una parte de Tierra Firme; si un terrón fuese arrastrado por el Mar, Europa perdería tanto como si se tratase de un Promontorio, como si la Casa Solariega de tus amigos o la tuya propia fuese; la Muerte de cualquier hombre me disminuye, puesto que estoy implicado en la Condición Humana; por lo tanto nunca busques saber por quien doblan las campanas; están doblando por ti.
Este poema retrata de forma mas poética la idea que aquí hemos estado describiendo, nos muestra como al ser cada uno de nosotros parte del otro las implicaciones que nos afectan tienen efectos en lo demás al estar todos implicados en la Condición Humana.
A todo este marco dentro del cual hemos hablado podemos añadir un elemento mas, tanto el lector como un servidor somos a la vez causa y efecto de acciones de terceros y para terceros. Este articulo puede ser el efecto de mi intención de compartir con los operadores lo que he aprendido en el mercado y a la vez puede ser la causa para el lector de una nueva óptica u opinión del mercado y a la vez puede tener el efecto de que el lector se acerque con un servidor o algún otro operador para conocer mas, continuando de esta manera en una interminable cadena de causas y efectos.
Para finalizar con la teoría, solo me gustaría recalcar que una situación de causa y efecto, un karma, nos da la oportunidad de obrar en un mal o buen sentido, pero como Buda señalo a sus discípulos, cualquier acción que hagamos, buena o mala, será la causa y efecto de hechos y consecuencias. Piense una ultima situación en la que mi padre sembró un árbol a las afueras de nuestro domicilio una década atrás, ahora ese árbol se ha desarrollado y brinda un agradable ambiente fresco y sombra en épocas de calor, sin embargo, su mismo crecimiento ha incomodado a los vecinos y piden que lo cortemos de raíz por diversos inconvenientes que les causa, aquí podemos hacer un alto y comprender como la decisión de mi padre de sembrar un árbol muchos años antes tiene efectos aun en el tiempo presente al incomodar a mis vecinos y ser la causa de un desacuerdo entre nosotros; ahora bien, la siembra de ese árbol no necesariamente debe de dar un efecto negativo, ese efecto podría convertirse de igual manera en algo positivo si llegamos a un acuerdo acerca de que hacer ante la situación el cual beneficie a todos y nos deje satisfechos. Como el lector puede apreciar, una causa (la siembre del árbol) da un efecto muchos años después, y ese efecto es a la vez el causante de desacuerdos entre vecinos, pero ese efecto a la vez puede dar origen a otras causas tanto positivas como negativas, acuerdos sobre que hacer respecto del problema y crear armonía o bien mantener un desacuerdo y crear mas problemas.
Es complicado, por no decir que imposible, imaginar y suponer todo el corolario de causas y efectos que existen en nuestro mundo y que a la vez forman una cadena interminable de causas y efectos que nos afectan a todos en muchos sentidos.
Ahora traslademos esta realidad a los mercados, pero comencemos por un mercado pequeño en donde dos personas tienen necesidades diferentes pero complementarias, una de ellas busca vender su carro para obtener dinero en efectivo y la otra cuenta con dinero pero necesita hacerse de un automóvil, desde esta panorámica cuando estas dos personas se reúnen para realizar la transacción de compra venta sobre un precio acordado se da la creación de un mercado. Aquí la dinámica que podemos observar es que las causas o motivos que llevan a estas dos personas a la creación de este pequeño mercado tienen un efecto entre ellas al poder satisfacer sus necesidades.
De manera similar y guardando sus proporciones, el mercado de divisas brinda la oportunidad a los inversionistas, operadores e instituciones, el espacio necesario para cubrir sus necesidades, si todo esto lo vemos dentro de un contexto karmico en donde la decisión de cada operador de compra o venta impactara en los demás que se encuentren en el mercado ya sea operando en ese momento con posiciones abiertas o bien aquellos que estén fuera de el a la espera de abrir posiciones, veremos como todos dentro de los confines que el mercado aporta estamos interrelacionados y por lo tanto nuestras acciones afectan a los demás y viceversa. Esto es evidente cuando un país busca ampliar sus reservas de una divisa haciendo subir su demanda y a la vez el precio (de modo teórico) pero esto no es tan evidente cuando el lector compra euros o su servidor vende dólares, la dinámica implicada es la misma.
El mercado se ha descrito de muchas formas y maneras, pero si hay algo que es innegable es que las personas que operan en el es un componente muy importante por no decir que el mayor de ellos. De esta manera en cualquier momento en cualquier par de divisas existe una persona que compra y otra que vende y otra más que esta fuera del mercado esperando por comprar o vender la misma divisa.
Es cierto que debido al dinamismo del mercado es muy difícil sino imposible identificar a un comprador con el vendedor, muchas de las veces las operaciones son pasadas a través de una gran alberca de operaciones en donde se compensan compras y ventas entre si, pero aun de ese modo hay que tener en cuenta que nuestra acción de comprar o vender una divisa tiene un efecto en el mercado por mas mínimo que este sea.
También es cierto que como operadores de capitales bajos en comparación a muchos participantes dentro del mercado como bancos o casa de bolsa, no tenemos el poder de mover el mercado aunque operemos con la totalidad de nuestro margen. Pero me gustaría que el lector imagine una situación en la que compradores y vendedores mantienen una lucha de fuerzas, dando como resultado variaciones mínimas en el precio de la divisa y haciendo que en la grafica la divisa cotice dentro de un rango estrecho, en este contexto en el siguiente día o inclusive en el siguiente minuto cien, diez o un solo operador mas decide entrar al mercado dando como resultado que la balanza se incline hacia alguno de los lados de oferta o demanda; con esto no quiero decir que una situación así se de a diario o que podamos manejar el mercado, pero es indiscutible que por muy pequeña que haya sido nuestra participación esta aporto la fuerza necesaria a un lado del mercado y lo que en realidad movió al mercado fue la suma de todos los operadores y no de uno en particular, aunque sin ese operador su fuerza en definitiva no hubiera sido la misma. Podemos ver de igual manera que todos como operadores tenemos una relación que nos une en el mercado, de una forma u otra, ya sea por relación de terceros o entre operadores que se encuentran en lados contrarios del planeta.
Esta visión del mercado nos aporta otra mentalidad al momento de pensar en la dinámica que existe dentro de los mercados, podemos comprender que el mercado no es ningún tipo de monstruo ni un ente incomprensible, sino que mas bien todos formamos parte del mercado tanto de forma conjunta como de forma individual por lo tanto todo lo que pasa dentro de el nos afecta en un grado u otro. Tener esta idea respecto del mercado nos ayudara a pensar que el mercado de divisas no es en ningún modo algo que puede ser predecible o pronosticable en sus movimientos, es verdad que podemos suponer lo que el mercado hará o dejara de hacer, lo que no podemos esperar es estar seguros de que dicho movimiento se lleve a cabo, ¿Por que? Porque la dinámica de las decisiones y acciones que hagamos todos los operadores tendrá un efecto no solo en las graficas sino también en nuestro operar, lo cual en definitiva es imposible de predeterminar.
Sentirse parte del mercado ayudara a alinear las expectativas que tenemos al momento de operar, sabremos que aportamos nuestras acciones en el, y que este a su vez aporta sus acciones y efectos en nosotros, entender esto nos hará estar mas tranquilos cuando interactuamos con el en lugar de verlo como un tipo de organismo que sube o baja de manera irracional y que hasta en ocasiones pareciera estar en contra de nosotros dándonos y quitándonos liquidez en nuestra cuenta.
Me sería grato que el lector considere estas ideas la próxima vez que se encuentre enfrente de una grafica, la que a final de cuentas es el reflejo de los operadores, de su avaricia o de su miedo y que de hecho refleja en parte nuestra avaricia y nuestro miedo al momento de operar en el mercado.
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