jueves, mayo 25, 2006

Historia Bursátiles: 1 Inicios

  • Estuve leyendo en uno de los foros mas importantes de nuestro país, en el cual también participamos, http://thebaranda.com.ar/ un topic que cuenta muchas interesantes sobre historias bursátiles escritas por una persona con mucha experiencia vivida a lo largo de muchos años de bolsa cuyo nick es Elviejo.
  • Estas son algunas de las historias que nos cuenta nuestro amigo. INICIOS No se toma en cuenta la experiencia de Europa sino que aquí se dieron una suerte de organizaciones previas que trataban de encauzar el empuje comercial de una nueva nación. En esta podemos citar: · La sala comercial inglesa. · El Camuati. · La Bolsa Mercantil. Estas dieron origen a la bolsa de comercio. En 1811 se funda la primera asociación de comerciantes, ya que los ingleses habían establecido una Sala de Comercio, en la calle 25 de mayo. Años mas tardes, en 1829, un redactor del British Packet (primer diario ingles publicado en el país), estableció el Bs. As Comercial Room, este tenía bases más liberales donde podían acudir los hijos del país, esto no sucedía en la sala de comercio reservada solo para extranjeros.El 14 de noviembre de 1821, por iniciativo de Bernardino Rivadavia, se sanciona el proyecto para la instalación de una bolsa mercantil. La actividad de los corredores de cambio, estaba reglada por el proyecto de ley antes mencionados: a) La actividad de los integrantes quedaba a designación del gobierno. b) La actividad que incluía además a los agentes de cambio, corredores de mercancías corredores de seguros, y transporte de agua y tierra. Bernardino Rivadavia nombra los cuatro primeros corredores, que fueron elegidos entre una lista de 8 propuestos por el tribunal consular. El 4 de febrero debían dar comienzo las operaciones, el primer local que tubo la Bolsa Mercantil ya estaba ubicado en la calle Catedral (que luego se llamo San Martín), numero 29. En el año 1829, ya se habría incrementado el número de corredores a 18, quienes operaban cotizando onzas de oro, o comprando y vendiendo papeles o fondos públicos. Surge la caída de Bernardino Rivadavia. En ese momento, bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, el banco central se encontraba en una angustiosa situación, con la moneda depreciada.Los corredores fueron perseguidos desde un primer momento por el gobernador (Rosas). Estos siguen operando, pero no tienen un lugar fijo para establecerse; dichas reuniones las tienen que realizar a escondidas. Por este motivo reciben una extraña denominación, para que pudiera entenderse como una asociación comercial. La misma recibe el nombre de Camuati o Camoati, palabra indígena que significa enjambre de avispas que se reúnen en un árbol construyendo un panal, para luego deshacerlo y construir otro en distinto lugar.En el año 1846 se construye la sociedad de corredores, cuyas primeras sesiones se realizan en la calle Florida 21, entre Rivadavia y La Piedad. En ese momento los socios eran 80 pudiendo incorporarse los corredores que quisiesen, luego se trasladan a Victoria entre Perú y Bolívar, allí el número de personas ya había crecido y se pensó en alquilar un nuevo local en la calle de La Piedad, entre Florida y Maipú, en este lugar se originan el primer reglamento impreso. Después de la caída de Rosas se reunían en la casa real de Azúa, en la plaza 25 de Mayo (enfrente de donde, luego, se instaló la Bolsa). La Bolsa Mercantil da origen a la actual Bolsa de Comercio. Un total de 118 personas, reunidas en el local del Tribunal de Comercio un 10 de julio de 1854, resuelven fundar una nueva sociedad que se llamara Bolsa de Comercio, designándose como presidente al señor Francisco Balbin.Posteriormente se fundaron las bolsas de comercio de Rosario, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, etc. DESDE LA MITAD DE SIGLO En el año 1975, con Isabelita, hubo una enorme pérdida con las inversiones bursátiles. Sin embargo no se perdió con el valor nominal, sino con la devaluación. La inflación se comió al capital. La inflación fue la siguiente: Enero 4,2%- Febrero 15,1% -Marzo 7,2% Abril 3,1%- Mayo 3,1%- Junio 49,3% (Rodrigazo)- Julio 34,6%- Agosto 13,7%- Septiembre 8,4% - Octubre 6%- Noviembre 9,3%- Diciembre 10 % (Golpe guerrillero con muchos muertos y luego golpe de la aeronáutica). En el año 1976 casi entramos en la hiperinflación, con más del 50 % mensual lo cuál se transforma en una causal importante de la caída del gobierno. Casi todas las caídas de gobiernos estuvieron acompañadas de un aumento del índice inflacionario. El 23 de marzo se produce el golpe de Videla y el 5 de abril recién reabren los mercados con un enorme optimismo, la suba más grande de la historia, y una caída violenta de la inflación. Sin embargo la inflación nunca llega a controlarse aunque con ese pretexto se abre la importación irrestricta de toda clase de productos terminados. Los fabricantes mas avivados se transforman en importadores y los demás quiebran en masa. Pero ello sucede lentamente a lo largo de los siguientes 4 años. La inflación de 1976 fueEnero 17,4 % Febrero 23,1 % Marzo 57,4 % (Golpe de Videla) Abril 27,4 %Mayo 6,1 % Junio 3,2 % Julio 3 % Agosto 6,1 % Septiembre 7,4 % Octubre 4,6 % Noviembre 6,9% Diciembre 5,1 %. En los años 70, cuando la en la bolsa se produjo la impresionante explosión de 1976, fue motivo de artículos periodísticos que atrajeron la curiosidad de numerosos inversores. Como casi todos saben, en ese tiempo se operaba en el centro del viejo recinto (hoy salón vacío solo usado para eventos especiales) ubicado en la entrada de 25 de mayo y Sarmiento. En ese recinto operaban los agentes (y sus mandatarios) a viva voz como en cualquier remate y según la especie a operar, se ubicaban en distintos lugares de la sala. La misma estaba circundada por un angosto pasillo interno, a unos 3 metros de altura, por donde se movían los muchachos ocupados en hacer las anotaciones de cada operación en las pizarras destinadas al efecto. Eran, si mal no recuerdo, 12 pizarras en donde se encolumnaban todas las operaciones de cada acción. Las acciones tenían un lugar fijo en cada pizarra, y los agentes operaban en la zona situada frente la misma. Cada operación era anotada por el vendedor en una “boleta” que se depositaba en un “mostrador” situado frente a cada pizarra.Volviendo al principio. Mucha gente atraída por las noticias, se acercaba a la bolsa y se reunía en el “hall” que antecede al viejo recinto. Se formaban entonces “corrillos” de gente que intercambiaba opiniones y hasta discutía como en hoy en nuestro foro. A veces eran mas de 50 personas. Otros como yo, que tenía el privilegio de ser socio, solían entrar y salir muy frecuentemente y conversar con algunos de ellos. Acompañado de un poderoso largavistas como solíamos tener muchos socios, solo me bastaba caminar unos pasos por uno y otro lado del pasillo que circunda al recinto principal (lugar destinado a los socios) para poder observar las últimas cotizaciones de cada papel, para luego salir e informar a muchos de mis amigos que estaban en el “hall”.Entre la gente que se reunía en el “hall” había muchas personas que pasaron luego a ser socios de la Bolsa. Tuve la satisfacción de “presentar” a varios de ellos para cumplir ese requisito y pasaron a ser miembros prominentes de la Bolsa y del Mercado. Algunos perdieron mucho dinero, otros juntaron varios “palos verdes” con una inteligente operatoria como es el caso de Carlos Sanguineti. Otros como el amigo Carlos Cáceres son miembros prominentes de la Bolsa aunque no operaran demasiado. Varios más, lamentablemente, abandonaron el camino de la Vida. "Rodrigazo" en la Bolsa En el otoño de 1975 me encontré con un amigo que me dijo: “Estoy harto de estas devaluaciones mensuales desde hace tantos años. ¿No sería hora de hacer una gran devaluación por última vez y luego no devaluar más?”Semejante idea me causó espanto. La inflación se realimenta. Sería como echar nafta al fuego...Sin embargo es muy característico de nuestros compatriotas creer que lo saben todo y jamás buscar antecedentes sobre lo que se pretende hacer.Es así que apareció en el ministerio de economía el "genio" Celestino Rodrigo, que haciendo gala de sus conocimientos superiores a los conocidos hasta esa época puso en práctica la idea que había oído de mi amigo... ¡y devaluó el peso a la mitad de una sola vez! El descalabro fue tan descomunal, que muchos comerciantes e industriales como también algunos prestadores de servicios, concientes de que todo lo que poseían (menos los contratos) valía el doble (por el solo hecho de que la moneda valía la mitad) decidieron suspender la venta de sus productos y hasta cerraron algunos negocios para tener tiempo de aumentar los precios. La inflación se manifestó con casi el 50% de aumento en junio, para completar un 82% con julio y casi el 120% (en tres meses) para agosto. LO MÁS CURIOSO SUCEDIÓ EN LA BOLSA. En un contexto de aumento inflacionario el consumo y la actividad económica se aceleró en un primer momento ya que la gente se deshizo a cualquier costo de los ahorros que le quedaban comprando aquello que había subido menos. Las empresas que vendían “a plazo” o por contrato se vieron terriblemente perjudicadas, pero por otra parte habían pagado sus insumos también “a plazo” y tanto la energía como los salarios los pagaban una vez recibido el servicio. El principal perjudicado fue el ahorrista y el asalariado. Las empresas se encontraron con sus activos casi inmediatamente revalorizados en términos nominales. Sin embargo lo único que NO SUBIÓ fueron las acciones, que hasta se devaluaron entre un 10 y 20%. Este fue un hecho incomprensible que muestra la ignorancia de los inversores bursátiles y que se ha repetido en otras ocasiones. Me atrevo a decir con toda tranquilidad que se trata de ignorancia, puesto que al año siguiente, cuando los números comenzaron a aparecer en los balances junto a la autorización de las autoridades de Economía para revaluar los activos, los precios de las acciones se multiplicaron hasta en 40,000% (cuarenta mil por ciento) en un año. Hoy la historia se repite: Los inversores bursátiles no son concientes de que el peso se ha devaluado en estos años, primero solo y luego junto al dólar ya que el mismo vale la mitad de lo que valía hace 4 años. Una prueba de ello es que el gasoil valía 35 centavos en el año 2001 y ahora, aún con el precio atado por las retenciones, vale casi 5 veces más. Pero los inversores se preguntan si las acciones que representan activos reales pueden valer lo mismo en dólares que cuando las empresas se fundían en cadena. Los errores se repiten, y los que menos sabemos de economía somos los bolseros... SASETRU En el año 1975 existían por lo menos otra docena de acciones que se me habían escapado en los archivos. Ellas eran Cura, Alba, Bco Interfinanzas, Bco Unido de inversión, Casa América, Editorial Atlántida, Lucini, Schuchard, Casa Schuster, De Lorenzi, Dockoil y Sasetru.Las tres últimas importantes, pero particularmente Sasetru que hizo historia.Era una empresa súper clásica con un patrimonio enorme, y me animo a creer que la gran mayoría de los socios que subsisten desde aquellos tiempos se quedaron clavados con unas cuantas.Días antes de quebrar hizo una suscripción cuyos cupones valían cada día menos hasta llegar a casi 1 centavo. Muchos socios se tentaron a comprar cupones pues las suscripciones en esa época solían ser buen negocio (como lo fue el año pasado Bansud o Minetti). Días antes de concluir la suscripción asistió el mismo presidente de la empresa a la Bolsa para “tranquilizar a los inversores ante rumores periodísticos falsos” que la empresa andaba mal. El día de cierre de la suscripción el recinto quedó con el piso tapizado de cupones porque llegaron a valor 0 y es de notar que en aquel tiempo había que cortar los cupones de las acciones y llevarlos al lugar de suscripción (a menos que uno lo derivara específicamente al agente que de todos modos hacía lo mismo).Pocos días después se declaró la quiebra y nadie recuperó nada.Sasetru era una empresa productora de alimentos y particularmente aceite que competía con Molinos Río de la Plata y creo que la quiebra fue en la primavera de 1980. RENAULT Desde los años 1976 observábamos a IKA-Renault (así se llamaba) con mucha curiosidad:A primera vista era un papel caro pues a principios de año rondaba los 10 pesos cuando el mercado en general tenía un cierto parecido al actual. Sin embargo su “valor libros” era mayor en unas 15 veces, cosa a la que prestábamos suma atención.Durante el gran golpe bursátil de abril de 1976 acompañó al mercado, y luego al compás de la inflación llegó al comienzo de 1978 con valores algo mayores a 100 pesos, pero siempre valiendo menos de una décima de su V.L.Por entonces, en rueda de amigos, siempre comentábamos que habría que tener algo de Renault aunque no nos atrevíamos porque en casi 3 años se había mantenido igual y nunca anduvo bien en los balances.El 18 de abril del 78 cotizó ex dividendo a 9,90 y continuó flotando con la inflación terminando el año a 77 pesos.En enero del 79 hizo un movimiento fuerte hasta 230 pero en febrero estaba floja.El primero de abril me casaba y entonces recomendé a mis amigos que adelantaran sus operaciones pues no podría ayudarlos. En ese entonces yo era el “consejero” del grupo y el único de ellos que tenía acceso al recinto bursátil, y es de tener en cuenta que todavía no existía ninguna transmisión en directo y quien no era socio de la bolsa solo sabía los precios por radio después del cierre (o mediante una planilla que editaba la bolsa a las 17hs) (el mercado operaba de 11 a 15hs),Entre mis amigos se destacaba mi mejor amigo Carlitos, que me dijo: Flaco, comprame Tritumol o Renault (unos 1000 dólares)Ambas tenían una amplitud de mercado parecida a la de Fiplasto hoy.Solo pude conseguirle Renault a $190 el 28 de febrero y al día siguiente me fui de “luna de miel”.En diez días observé en el diario que estaba al doble y lo llamé a Carlitos. Le dije: ¡Carlitos vendé! Al menos la mitad.Me respondió que no pues aún estaba barata,Una semana después lo volví a llamar pues estaba a 450.¡Carlitos vendé! La respuesta fue la misma.Terminó marzo en $490 y al volver yo a Buenos Aires le insistí que venda, La respuesta fue igual.Transcurrió abril con oscilaciones para terminar a $660, pero no podía convencer a Carlitos que vendiera al menos la mitad.En mayo empezó a subir mas fuerte y tocó los 1000. Yo casi le pedía: ¡Carlitos vendé! Pero nada.La respuesta era que si bajaba, nunca volvería al precio que le recomendé vender la primera vez, por lo tanto solo arriesgaba “ganancia extra”.Renault siguió subiendo y terminó mayo a $1530,Le insistí en junio todos los días pero continuaba subiendo y terminó el mes a 1900. Ya había multiplicado por 10.Pasó junio, y aunque oscilando terminó el mes a $2200. Yo ya me había dado por vencido y no insistía más.En agosto, contrariamente a lo esperado, comenzó a subir más fuerte y terminó el mes a $3750, ¿Carlitos vendé?Yo ya no podía decir nada.Por esos días, Carlitos vino personalmente a casa fumando un habano y me dijo: Flaco, ahora sí voy a vender. Había multiplicado mas que por 20, (casi casa y auto)Renault a los pocos días pagó un revalúo de unas 10 por 1 y comenzó a flotar en ligera baja. Con ligeros altibajos terminó el año. En 1980 pagó otro revalúo que la llevó a unos 6 pesos y ya entonces el país estaba con todos los efectos de la destrucción de Martinez de Hoz. Renault en el mejor de los años acompañó a la inflación pero nunca más tuvo subas de magnitud. La historia no siempre se repite. AGROMETAL Acopié un poco de tiempo y reunir datos sobre una pequeña anécdota más de los años 70:Por el mes de junio de 1975 compré algunas acciones de Agrometal. En ese entonces me costaron $1,90 y me parecieron baratas pues un mes atrás valían $2,60 y debían un dividendo de 102% que pagaron el 27 de julio. Como cotizaron ex dividendo a $1,20 mis papeles quedaron a un costo de $0,92 por lo que vendí lo invertido y me quedé con un “pucho”. El 1975 era un año malo, con golpes guerrilleros que pretendían instalar un gobierno comunista y un capitalismo de estado (el ERP) por lo que no había inversión. Mi pucho de AGRO subió sin embargo hasta los $ 2,42 en diciembre porque hizo una suscripción de 1 por cada 20 con prima que no modificó su precio hasta fines de marzo de 1976 en que costaba $3,50Se produce entonces el golpe de Videla que para muchos significaba la liquidación de la guerrilla y un proyecto de economía “conservadora” de Martinez de Hoz. La bolsa pegó la suba más grande de su historia (aprox, 300% en un día) y AGRO no cotizó hasta el 22 de junio en que lo hizo a 12 pesos. En diez días subió a $30 El 15 de julio $40. Al día siguiente $55. El día 21 de julio $65. El día viernes 23 $80. El lunes siguiente $100, y de allí en adelante se mantuvo unos días para tomar ganancias desde el 20 de agosto al 17 de septiembre hasta $50.Como era muy poco lo que tenía, no me ocupé en venderlo, Al mes siguiente (13/09/76) pagó un 93,7% con lo que el costo de mis papeles quedaba en 45 centavos, pero cotizó a $26 y un mes más tarde empezó a subir de nuevo. Para fin de año cotizó a $50, y el 16 de marzo del 77 tocó los $90.Por esa época ya se comenzaba a perfilar la destrucción de la industria, maquinada por M. de Hoz y un creciente descontento por el desprecio prepotencia y violencia de la dictadura con el pueblo, que contribuyeron a frenar el ímpetu bursátil. No recuerdo exactamente cuando vendí mi “pucho” remanente de AGRO, pero si recuerdo que significó la ganancia record de mi vida de multiplicar 127 veces el capital aunque en dólares solo lo pude multiplicar por 16 veces debido a la inflación. Garovaglio y Zorroaquín En la época en que conocí esta empresa, aún vivían ambos socios y pretendían ganar dinero invirtiendo en ingenios azucareros, lo cuál da una pauta de la calidad empresaria de esta gente. En aquel tiempo (década del 70) cotizaban Azucarera Argentina, Córdoba de Tucumán, San Pablo, Nougués como así también Ingenio Tabacal y Ledesma. GARO tenía casi toda su inversión en las cuatro primeras que ya no existen más. En determinado momento cierta brillante persona convenció a Garovaglio invertir en IPAKO con la que hizo uno de los negocios más extraordinarios de la historia de la bolsa. Sin embargo, con una visión muy típica de nuestro pueblo, le pareció mejor negocio vender algo muy bueno ántes que hacerlo crecer, y así lo hizo, pasando a la industria de la carne en un momento que no era muy oportuno. Hace pocos años intentó reducir en más de 50 veces su capital para que quede con acciónes a más de 1 peso y así poder emitir una suscripción captando dinero del mercado. Como hay agentes que son fuertes accionistas y se sentían estafados viendo reducirse su capital en más de 50 veces, generaron una fuerte oposición que terminó con la falta de autorización de la Bolsa para la reducción. La empresa hace 10, 20 o 30 años tenía mucho más volúmen y mucho mejor prestigio. Siempre se caracterizó por tener una muy alta volatilidad, excepto los últimos 2 o 3 años. En resumen, aunque tiene a Rheem que debe andar muy bien, a Cepa que parece resucitar, y no sé que habra hecho con algún otro frigorífico que tenía cerrado, mi audacia no llega al extremo de invertir en GARO aunque arriesgue con papeles difíciles. De todos modos, en un contexto como el actuál no es improbable que vuelva a los saltos como en otros tiempos. Aquí termino mi breve contribución fundamentalista ADABOR Hace muchos años, era bastante común que la gente comprara acciones con los agentes o los bancos y luego se las llevara a su casa, porque lo creía mas seguro o por no pagar custodia. También era común que cuando la empresa pagara dividendos o hiciera suscripciones, la gente recortara los cupones para ir a cobrar, o le pidiera al agente el certificado de los cupones para suscribir personalmente. En mi caso hacía siempre yo mismo las suscripciones y me anotaba con el derecho a suscribir los remanentes.También sucedía ocasionalmente que se encontraban un comprador y un vendedor fuera del recinto y acordaban una operación particular, la cuál, por supuesto, no pagaba comisión. Los papeles eran en aquellos tiempos "al portador". Más de una vez hice ese tipo de operaciones, pero en un caso sucedió una anécdota que me dejó algunas enseñanzas para siempre. Por los años 80, Adabor, que era una empresa que fabricaba silos para granos, garrafas para gas, etc, realizó una suscripción en la que nos anotamos casi toda la barra de amigos que nos encontrábamos todos los días en el “hall” de la Bolsa. Éramos más de diez. La suscripción nos costaba menos de dos pesos y yo había previsto un “target” de 3,50 en pocos días, lo cuál en esos tiempos era común. Fuimos a suscribir todos en grupo a las oficinas de la empresa que estaban cerca y regresamos a la Bolsa. Al segundo o tercer día Adabor cotizaba creo que a 2,30 y un amigo mío (mucho más amigo de un primo mío que también estaba presente) dijo “¡Que grande sería tener ya los papeles de la suscripción para venderlos!” a lo que le respondí “yo ahora tengo efectivo y pensaba comprar más”. Entonces me dijo: “Si querés te vendo la suscripción”. Dije entonces “trato hecho, ¿Al precio de pizarra?” Me respondió afirmativamente, pero tal vez sabiendo que había pocas acciones en el mercado me pidió hacerlo al contado, pero con la entrega en cuanto lo hiciera la empresa. Debido a que le tenía mucha confianza, pues también era cliente mío del sector industrial, acepté la propuesta. Fui al Banco Industrial (que luego fue Banco de Desarrollo, a 2 cuadras de la bolsa) donde tenía una cuenta, retiré el efectivo que equivalía a unos 4 o 5 mil dólares y se los pagué al contado (sin recibo) en el hall de la Bolsa en presencia de numerosos amigos. Adabor siguió subiendo los días siguientes y mi amigo no aparecía, lo cuál era común, ya que viajaba siempre al interior. A los 3 o 4 días pasé por la oficina de mi agente Tersol como lo hacía habitualmente y una empleada me dice “Que macana lo de Ricardo Galán ¿no?”¿Qué pasó? Le respondí asustado.¿No sabía que murió? Me dice.¡Casi me caigo sentado!No conocía a su familia, y no era seguro que ellos supieran lo de la operación por cuanto Ricardo era muy reservado. Gracias a la honestidad de la familia y la gestión de mi primo recuperé las láminas después de un par de meses y hasta con buena ganancia. Creo que Dios retribuye muchas veces los buenos actos, ya que me hice amigo de la familia y con el tiempo contribuí a convencer al hijo mayor, que en aquel entonces tendría unos 14 años, a que siguiera los pasos de su padre. Hoy Gonzalo Galán es tal vez el más grande mayorista de artículos de pesca deportiva del país con varios “palos verdes” de patrimonio.Historias raras ¿No? Azucar amarga Hace ya veinte años que el mercado opera en el nuevo recinto con el sistema electrónico que tantas emociones nos brinda con sus inesperadas interrupciones. Antes de entonces, existían 12 pizarras “de 2 pisos” alrededor del viejo recinto, a unos 3 metros de altura, con un angosto pasillo en su base por donde circulaban los “pizarreros” que anotaban cada operación.El orden de las pizarras se relacionaba con la actividad de las empresas. Así en primer lugar, de izquierda a derecha, se situaban los bancos y la industria del vidrio, luego las azucareras, las papeleras y gráficas, alimenticias, químicas.... Todo el centro estaba ocupado con títulos públicos. Luego a la derecha continuaban las de máquinas agrícolas, textiles, petroleras, siderúrgicas, comerciales e industriales varias. Aunque todo ese orden no era estricto y hacía falta mucha práctica para encontrar la acción que se buscaba. Es interesante destacar que en esa época las azucareras ocupaban un espacio muy destacado: Ingenio La Esperanza ya había quebrado antes del 75. Pero quedaban Azucarera Argentina, Ingenio Tabacal, San Pablo, Nougués, Córdoba del Tucumán y Ledesma. Todas ellas de gran mercado. Sucede que a mediados de siglo Argentina llegó a ser segundo productor mundial de azúcar. A todos aquellos que defienden el libre mercado internacional a ultranza, viene bien hacerles recordar que los países desarrollados decidieron fabricar con grandes subsidios el azúcar de remolacha que hasta el día de hoy resulta mucho más costoso. La producción de azúcar es enormemente mas cara para los yanquis y europeos que comprarla en Sudamérica o sud-sudeste de Asia, pero lo siguen haciendo aduciendo razones de seguridad. Durante el gobierno de Onganía, previendo la imposibilidad de vender a precios razonables el azúcar a los países desarrollados, se desarrolló un plan de reconversión de la agricultura tucumana hacia la producción de cítricos. La azucarera que mejor se adaptó fue S.M. de Tabacal, pero los países del Norte también protegen la citricultura. Como consecuencia de ello fueron quebrando uno a uno todos los ingenios que estaban entre los más grandes del mundo, y tabacal fue el último de ellos. Hoy la citricultura ha ocupado buena parte de ese espacio aunque lucha contra los subsidios del Norte. Mientras tanto, solo ha quedado Ledesma que abastece al mercado interno y devirsificó su producción a tal extremo que en la década del 80 plantó el cafetal más extenso del mundo según se dijo, y hoy tomamos muchas veces café salteño creyendo que es Colombiano o Brasilero. Nosotros seguimos pensando que no se debe proteger ni promover nada de producción propia, cuando hemos perdido gran parte de nuestra industria nacional tradicional por los subsidios extranjeros y cuando todos los países desarrollados lo hacen hasta con lo más insólito, como lo sigue siendo el azúcar desde hace más de medio siglo. Sube, sube, sube la espumita... Si bien este foro está dedicado especialmente a la Bolsa, esta entidad es por naturaleza el ambiente de las Sociedades Anónimas, donde siempre se ha concentrado el mayor potencial creativo de carácter privado de toda la sociedad. Por eso este post dedicado a una Sociedad en particular. En la Sociedad Argentina cuya cultura es poco propensa a la actividad industrial, y hasta tiene no pocos detractores que preferirían importar la industria, ha sucedido con cierta frecuencia que grandes emprendimientos industriales prefirieron no abrir nunca su capital en la Bolsa para no “regalar” sus acciones. Tal es el caso de los más grandes productores de cerveza del país, y en este caso el grupo Bemberg.Don Otto Bemberg comenzó a fabricar cerveza por el año 1888. En un país con bastante cultura europea no le faltó mercado y creció rápidamente. Tres décadas después, con su ya popularísima marca Quilmes radicada en la misma ciudad, que era entonces un pueblo, abastecía a todo el país. Era tal su potencial que Quilmes crecía a tono con la cervecería porque ocupaba mucha "mano de obra", como lo fue en su momento Berazategui con Rigolleau que hasta hoy se enorgullece como la “capital del vidrio”. Con un criterio bastante común de los grandes empresarios, comenzaron en aquella época a construir barrios para su personal que aún por los años 60 se veían tan lindos que me gustaba ir en bicicleta a pasear por aquellos lugares. También se atribuye a ellos el desarrollo de la cebada cervecera que antes no existía. Tanta era la imaginación de estos empresarios, que a principios de siglo al encontrarse con graves problemas para trasladar sus millones de litros de cerveza a Buenos Aires decidieron hacerlo utilizando tranvías eléctricos de carga. Para ello utilizaban la misma línea de tranvías de pasajeros que iba de Retiro a Quilmes, la que tenía el mismo número (creo que 22) y el mismo recorrido que la actual línea de colectivos. Estos grandes tranvías amarillos de dos vagones circularon varias décadas y me encantaba verlos pasar por el medio de la avenida Mitre de Avellaneda cuyo centro desde Sarandí hasta Wilde aún no estuvo asfaltado hasta casi los años 70. Los tranvías dejaron de circular por 1962 en B. Aires y todo el conurbano, pero unos meses antes el Estado renovó todas las vías hasta Quilmes y tuve entonces la oportunidad de ver y comprender el primer “negociado” estatal de mi vida. La empresa Quilmes era tan poderosa y su producto era tan bueno que pudieron sobrevivir a la destrucción industrial de Martinez de Hoz, cuando se llegó a importar cerveza hasta desde Japón (la “Kirin Beer”) fabricada con cebada argentina pero vendida aquí con subvenciones más barata que la nacional. El grupo Quilmes continuó en crecimiento todo el siglo y compró con los años no solamente a la mayoría de las empresas competidoras sino que también a todas las grandes cerveceras de Bolivia y algunas de otros países vecinos figurando hoy entre las más grandes del mundo. Es una lástima que en Argentina hay tan poca gente con espíritu de inversores productivos que esta empresa jamás abrió su capital en la Bolsa, y las empresas que quedan poco a poco se van retirando porque sus acciones valen muy poco. Solo van quedando las empresas que fragúan sus balances y dejan solo migajas para los minoritarios Historia del curro bursátil. INALRUCO Por el año 1975, cuando ingresé a la Bolsa, existía una acción que nadie conocía y que cotizó una sola vez en el año a $0,40. En enero de 1977 comenzó a cotizar de golpe todos los días a aprox. $40 y en dos meses se fue a $80. Por la forma que arrancó parecía PAMP o MVIA, solo que en este caso se trató del curro bursátil más famoso de los últimos 30 años.Esta empresa se llamaba INALRUCO y se la consideraba petrolera. Aunque nunca supe que hiciera extracción, distribución ni destilación. Solo poseía algunos campos petroleros en el país y en el exterior y tal vez era socia en algunos aspectos con alguna otra petrolera. En aquel tiempo también existía DOCKOIL, otra empresa del sector, que años después desapareció sin dejar rastros. En esa época también reapareció SOL PETROLEO (La actual CARC) que había estado suspendida en su cotización por unos diez años, ya que había perdido los libros en un incendio y no se conocía ningún parámetro contable de ella.Pero INALRUCO era una verdadera estrella porque cotizaba un buen volumen todos los días aunque nadie conocía bien sus actividades. Tanto que durante la guerra de Malvinas, hasta alguien lanzó el rumor que estaba intermediando en una venta de cañones para el ejército.Tan insólita era su existencia y los rumores que se hacían correr, que tengo registrado un período que describiré para ilustrar la timba que había en ese papel, que para esos años ya se la había bautizado con el nombre de INALCURRO entre los “bolseros”. Por ejemplo, en 1979, pagó un revalúo de 300% y con algunas oscilaciones llegó a febrero del 80 a $60. En marzo tocó $130 y para fin de mayo del mismo año bajó hasta 25 pesos. Luego de otro revalúo, en septiembre de 1980 valía $3. Subió a $4 en octubre y bajó a $2 en diciembre. Se mantuvo en valores bastante estables hasta septiembre de 1981 en que subió a $3 y en diciembre tocó $4. Pero 50 días después, el 17 de febrero de 1982 ya se había caído a $2 y en mayo del mismo año valía solo $1,25. De allí arrancó con un fuerte ascenso y al mes siguiente, el 21 de junio, ya valía $3 y el 19 de julio ¡En 5 pesos! Era mucha suba y por eso en septiembre cayó hasta $3, y en octubre solo $1,50.Arrancó el año 1983 más moderada y en febrero hizo piso en $1,30 para subir en abril hasta $2. Bajo luego hasta junio tocando $1,05 y de allí otra vez para arriba: En septiembre valía $1,60. En noviembre ya estaba a $3,60.En 1984, más moderada aún, estuvo rondado los $4,30. Pero en marzo de 1985 ya valía $16,50 para caer a $8 el mes siguiente.Tengo algún pozo en mis estadísticas, pero por febrero de 1990 llegó a valer $20.000 (veinte mil). Por esa época se habló que había vendido un campo petrolero en Bolivia y que pensaban comprar una petroquímica. Siguió cotizando algún tiempo sin informar actividad alguna (me recuerda a POLL) y desapareció poco tiempo después.¡Que tiempos aquellos! Argentina siempre fue emoción y adrenalina. Los Colegas “bolseros” de entonces decían que invertir en Bolsa era igual que apostar a los caballos, con la única diferencia que uno nunca (o casi nunca) rompía los boletos. continuaremos.......................

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